El primer ministro inglés Boris Johnson ordenó que se eliminen los equipos de Huawei de la red 5G de su país de aquí al año 2027. De esa forma, Inglaterra se alinea con Estados Unidos en la guerra comercial que Donald Trump libra contra la segunda economía más grande del mundo.
Esta medida le da reversa a una decisión de enero del 2020, cuando Inglaterra había dicho que los equipos de Huawei se podían usar hasta en el 35 por ciento de su red 5G no esencial. El argumento que se dio para el cambio de postura es de seguridad: según el diario estadounidense The New York Times, los críticos de Huawei argumentan que los lazos de Huawei con el gobierno chino podrían permitir que ese país asiático use estos equipos para espiar a otras naciones o para entorpecer sus telecomunicaciones.
La medida del gobierno inglés solo afecta los equipos para las redes 5G de Huawei. Los teléfonos de Huawei se seguirán vendiendo en ese país, lo mismo que los equipos que usan en las redes 3G y 4G.
La represión en Hong Kong influyó
The New York Times explicó que desde enero de este año Boris Johnson ha enfrentado una presión política creciente en su país para endurecer su posición contra China, pero también de parte de Estados Unidos.
“El cambio de postura de Inglaterra muestra una nueva disposición entre las naciones occidentales de confrontar a China, una determinación que se ha hecho más firme desde que China adoptó una nueva ley para hacer más fuerte su dominio sobre Hong Kong, la ciudad semiautónoma que fue una colonia británica hasta 1997”, dice el periódico estadounidense.
Pero las consecuencias de esta medida podrían ser negativas para el Reino Unido. De entrada, según la agencia Reuters, la decisión de Boris Johnson podría retrasar en dos años el despliegue de la tecnología 5G en ese país, y además aumentará sus costos en 2.500 millones de dólares. De hecho, ese gobierno puso un plazo de siete años porque sacar a Huawei más rápido de su infraestructura habría tenido unos costos enormes para operadores como BT y Vodafone, que temían esta noticia, según Reuters.
Además, dice Reuters, Inglaterra se arriesga a desatar la ira de China, al decirle al mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones del planeta que sus productos no son bienvenidos en occidente. Y China tiene cómo presionar según esa agencia de noticias: China duplicó sus importaciones desde Inglaterra en los últimos 15 años, y hoy representan el 9 por ciento de todos los productos que importa y suman una cifra enorme: 43 mil millones de libras al año.
Tras conocerse la noticia, Edward Brewster, vocero de Huawei en Reino Unido, dijo en un comunicado de prensa: “Lamentablemente, nuestro futuro en el Reino Unido se ha politizado; se trata de la política comercial de Estados Unidos y no de seguridad”.
Y agregó: “Esta decisión es decepcionante y una mala noticia para cualquier usuario de telefonía móvil en Reino Unido. Esto afectará a Inglaterra en varios aspectos, como ralentizar el desarrollo digital, aumentar los gastos de telecomunicaciones de los usuarios y ampliar la brecha digital. Esta decisión, en vez de apoyar el desarrollo de Inglaterra, lo perjudica, por lo que instamos a reconsiderar esta decisión”.
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